El día 13 de octubre de 1980 ETA asesinaba en San Sebastián a Lorenzo Motos Rodríguez, teniente coronel de Ingenieros del Ejército. A las 09:45 de la mañana Lorenzo Motos se dirigía desde su domicilio en el donostiarra barrio de Amara al acuartelamiento de Loyola, donde trabajaba en el Patronato de Huérfanos del Gobierno Militar de Guipúzcoa. El militar circulaba con su vehículo por la plaza de Álava, mientras los miembros del comando de ETA le esperaban tranquilamente en la acera, junto al poste del semáforo ante el que se paró el militar, ya que previamente conocían sus rutinas y sabían que Lorenzo Motos efectuaba ese recorrido a la misma hora, de modo habitual. Lorenzo Motos fue alcanzado por los disparos efectuados por tres terroristas que ametrallaron su vehículo cuando éste se detuvo en un semáforo en rojo. Tras ametrallar el coche, los etarras huyeron en dirección al puente de María Cristina donde se montaron en un Seat 127, que fue localizado horas después por la Policía con placas de matrícula falsas y previamente robado a punta de pistola a su propietario en Andoain. En el automóvil del militar se localizaron 18 dieciocho impactos de bala en la parte delantera izquierda, Lorenzo Motos recibió tres impactos de bala, uno en el cuello y dos en el tórax. La víctima quedó en el automóvil desangrándose. Posteriormente una ambulancia de la DYA trasladó al herido a la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, donde ingresó cadáver. Lorenzo Motos Rodríguez llevaba 15 años residiendo en San Sebastián y estaba casado con una navarra con la que tenía siete hijos, la mayoría euskaldunes.
El comando Donosti de ETA lo componían entonces Miguel Ángel Apalategui “Apala”, Agustín Arregui Perurena “Txuria”, Luis María Lizarralde Izaguirre “Beltza”, Ángel María Galarraga Mendizábal “Pototo”, Félix Manzano Martínez “Rioja” e Ignacio Esteban Erro Zazu “Pelos” que fue el único condenado, en 1988 por la Audiencia Nacional, a 29 años de prisión mayor.
Descanse en paz. +
El comando Donosti de ETA lo componían entonces Miguel Ángel Apalategui “Apala”, Agustín Arregui Perurena “Txuria”, Luis María Lizarralde Izaguirre “Beltza”, Ángel María Galarraga Mendizábal “Pototo”, Félix Manzano Martínez “Rioja” e Ignacio Esteban Erro Zazu “Pelos” que fue el único condenado, en 1988 por la Audiencia Nacional, a 29 años de prisión mayor.
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