lunes, 21 de marzo de 2011

Enrique Martínez Hernández

El jueves 19 de marzo de 1992 ETA asesinaba a dos personas en Cataluña, el segundo asesinado fue el artificiero de la Guardia Civil Enrique Martínez Hernández que fallecía al estallar un coche bomba colocado por ETA en la localidad barcelonesa de Lliçà d'Amunt. A las 21:45 horas ETA avisó a la Guardia Civil de Montgat que había abandonado un Opel Kadett, en la carretera que une Lliçà d'Amunt con Granollers, así como que el dueño del coche estaba en el maletero de un Fiat Uno abandonado a su vez en el centro de Lliçà. Cuando los artificieros de los TEDAX (grupo de desactivación de explosivos) examinaban el Fiat Uno, abandonado en la calle Jacint Verdaguer, el explosivo se activó y alcanzó de lleno a Enrique Martínez. El automóvil había sido cargado con 15 kilos de amosal y la deflagración afectó a varias viviendas de los alrededores. El artificiero herido fue trasladado al hospital General de Granollers, en donde ingresó cadáver. Descanse en paz. +

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