El día 30 de marzo de 1982 ETA asesinaba al jefe del Departamento Traumatología de la Residencia Nuestra Señora de Aranzazu de San Sebastián, Ramiro Carasa Pérez. Según testimonios de personas que trabajaban en la residencia médica, la última vez que se vio al doctor Carasa había sido esa misma tarde cuando salía del citado centro sanitario. Según las investigaciones parece ser que poco después fue secuestrado por el comando etarra que lo asesinó en el monte donde apareció su cadáver. El comando realizó una llamada al diario Egin informando del lugar en donde se encontraba el cadáver; el cuerpo de Ramiro fue localizado a las once de la noche con un tiro en la sien, en un monte cercano a la carretera entre Urnieta y Andoain, cerca de un caserío con las manos atadas a la espalda; presentaba síntomas de haber sido torturado antes de que cinco disparos en la cabeza le causaran la muerte. La organización terrorista, al responsabilizarse de este asesinato, afirmó escuetamente que Ramiro Carasa "había sido ejecutado después de interrogarle".
A pesar de que en un primer momento se informó que Ramiro se había negado a atender a un herido de ETA, posteriormente pudo confirmarse que Ramiro Carasa nunca negó asistencia médica a un militante de ETA herido. Una nota del Consejo General de Colegios Médicos, ratificada más tarde por el colegio de San Sebastián, informó al día siguiente que Ramiro Carasa había atendido a un individuo herido, presunto militante de ETA, tras un enfrentamiento en el que el etarra resultó herido. Más tarde, Carasa se presentó ante el juez de guardia, al que dio cuenta de lo sucedido. RIP. +
Con este Blog lo único que pretendemos es tener en mente a todas y cada una de las personas que han muerto como consecuencia de acciones terroristas, sin entrar en polémicas sobre sus pasados ni posibles justificaciones, partiendo de la premisa que NINGUNA justificación está por encima de la vida de una persona. El trabajo es laborioso, y nos cuesta mucho recorrer todo el mapa para hacer las fotos, pero creemos que no podemos olvidar a NINGUNA de las víctimas de esta sinrazón.
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