La noche del 9 al 10 de mayo de 1978 ETA asesinaba en San Sebastián a Juan Antonio Marcos González y a Miguel Iñigo Blanco. El atentado se produjo a las 23:45 de la noche, cuando miembros de un comando de ETA ametrallaban en las cercanías del cementerio de Polloe en San Sebastián, a un coche del servicio de vigilancia de la Guardia Civil ocupado por cuatro guardias, desde un muro de unos tres metros de altura, que se encuentra junto a la carretera que conduce al cuartel de la Guardia Civil en el barrio de Intxaurrondo. En el lugar del atentado se encontró gran cantidad de casquillos de bala tipo parabellum. Los etarras huyeron a través del cementerio hacia la parte trasera, de fácil acceso a la autopista, desde donde emprendieron la huída en un vehículo que les esperaba. Juan Antonio murió en el acto y Miguel quedó gravemente herido y fue trasladado al hospital de San Sebastián con una bala en la cabeza, donde entró en coma profundo y su estado se fue deteriorando progresivamente, sin que los médicos de la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aranzazu pudieran evitar su muerte seis días después, el 15 de mayo. Descansen en paz. ++
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