lunes, 13 de junio de 2011

Ángel Baños Espada

El 13 de junio de 1979, poco más de un año después del atentado que costó la vida a dos trabajadores de Lemóniz, un nuevo atentado de ETA contra la central nuclear de Lemoiz costaba la vida a Ángel Baños Espada, obrero de una contrata de Iberduero en la construcción de dicha central. Sobre el mediodía del día 13 de junio se recibieron avisos telefónicos a Iberduero y a la emisora bilbaína Radio Popular en los que se anunciaba, en nombre de ETA, la colocación de un artefacto explosivo en las instalaciones de la central nuclear que Iberduero construía en la localidad vizcaína de Lemoiz; las sirenas dieron la señal establecida para proceder al desalojo de los distintos pabellones y los altavoces daban la orden de desalojo general. Pero no se desalojó, por causas que se desconocen, el pabellón de turbinas número uno de la central; fue precisamente allí donde, minutos antes un comando armado había colocado una bomba tras maniatar a dos empleados. La bomba fue instalada en la parte inferior de un tanque de aceite destinado a la refrigeración de la turbina. A las 14:10 de la tarde se produjo la explosión; Ángel Baños, que iniciaba entonces su trabajo en el turno de tarde, se encontraba en ese momento sobre el tanque en donde el comando etarra había colocado el artefacto explosivo y recibió el impacto de la onda expansiva, cayendo por la parte trasera del tanque, entre éste y la pared exterior del edificio. Algunos de sus compañeros informaron que Ángel Baños acostumbraba a cambiarse de ropa en dicho lugar, aunque no supieron explicar la razón de su presencia en el interior del pabellón tras la orden de desalojo. A raíz del atentado del 17 de marzo de 1978, Iberduero había extremado las medidas de seguridad. Descanse en paz. +

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