sábado, 3 de diciembre de 2011

Ignacio Uria Mendizabal

El 3 de diciembre de 2008 la banda terrorista ETA asesinaba a tiros en Azpeitia (Guipúzcoa) al empresario Ignacio Uría Mendizabal. La víctima se dirigía al bar donde diariamente jugaba al tute con sus amigos, frente al santuario de Loyola; cuando apenas le quedaban unos metros para llegar, dos terroristas le asestaron tres tiros, recibiendo dos impactos de bala, uno en la cabeza provocándole la muerte en el acto. Los dos terroristas habían robado un coche en el alto de Itzíar, reteniendo a su conductor y atándolo a un árbol. Ignacio Uría no llevaba escolta, pese a haber recibido amenazas por ser consejero de la constructora Altuna y Uría, que trabajaba en las obras del trazado ferroviario del Tren de Alta Velocidad (TAV) y a que, en un plazo de apenas dos años, las obras habían sufrido numerosos ataques y tres ataques con bomba contra empresas adjudicatarias de las obras, todos ellos reivindicados por ETA. La empresa de Ignacio Uría fue una de las saboteadas. A principios de enero de 2008, ETA hizo un paralelismo entre el TAV con los proyectos de la central nuclear de Lemóniz y la autovía de Leizarán (en ambos casos el Estado cedió ante el chantaje y el asesinato de la banda terrorista por cuanto pensaban repetir estrategia con el TAV); en un segundo paso ETA envió un comunicado en el que amenazaba a las empresas que participaban en las infraestructuras de la línea ferroviaria vasca. Ignacio Uría Mendizábal estaba casado y tenía cinco hijos. Goian bego. +

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