Pablo Garraza García

La noche del 9 de diciembre de 1983 ETA asesinaba a Pablo Garraza García, un taxista retirado que residía en la localidad guipuzcoana de Errenteria. Pablo Garraza, de 59 años de edad, fue secuestrado, interrogado y asesinado por un comando de ETA militar que abandonó después su cuerpo en una cuneta situada en las proximidades del cementerio nuevo de Errenteria. El cadáver (tumbado boca abajo y con un disparo detrás de la oreja izquierda con salida por la frente) fue localizado por miembros de la Policía Municipal de esta localidad a las once menos cuarto de la noche, cuarenta y cinco minutos después de que un autodenominado portavoz de ETA militar llamara al diario Egin avisando de que habían "ejecutado al famoso chino, después de interrogarle". El comunicante señaló el lugar exacto donde se encontraba el cuerpo. Pablo Garraza fue asesinado por un único disparo en la cabeza, efectuado a cortísima distancia. Según fuentes de la central de asistencia en carretera DYA cuyos miembros acudieron al lugar alertados por el diario Egin, el cuerpo del taxista presentaba un orificio de entrada en la parte posterior de la oreja izquierda, con salida en la frente, y su muerte debió de ser instantánea. Pablo Garraza estaba considerado en determinados ambientes, como una persona relacionada con asuntos de drogas. RIP. +

El mismo día que asesinaron a Pablo se produjeron otros dos atentados de ETA; el primero, en Pasai San Pedro, donde había sido tiroteado un teniente de Infantería, y el segundo cuando un convoy formado por tres vehículos de la Guardia Civil fue alcanzado por la explosión de una bomba en la autopista Bilbao-Behobia a la altura de Zarautz, afortunadamente no hubo fallecidos en estos atentados.