El día 5 de febrero de 1983 ETA hizo explosionar una bomba en la sede del Banco de Vizcaya en Bilbao que produjo la muerte a Ramón Iturriondo García, Aníbal Izquierdo Emperador y Benicio Alonso Gómez, además de varios heridos y considerables daño materiales. Los hechos ocurrieron en la sede del Banco de Vizcaya situado en la Gran Vía nº 1 de Bilbao, entre las 9:00 y las 9:20 horas dos terroristas depositaron un maletín al pie de uno de los mostradores mientras un tercer terrorista les esperaba fuera del banco; tras dejar el maletín con el explosivo los terroristas dieron aviso de la colocación de la bomba, en nombre de ETA militar y dando un plazo de 10 minutos para la explosión del artefacto. Sin embargo la bomba explotó sólo tres minutos después de recibirse la llamada, a las 9:40 horas, alcanzando de lleno al trabajador de la entidad Aníbal Izquierdo Emperador, que se había acercado al maletín que contenía el explosivo, compuesto por unos 8 kg de Goma-2, y fue desplazado por la deflagración a más de 10 metros provocándole la muerte en el acto. Ramón Iturriondo García, cajero de la entidad también falleció en el acto dentro de la cabina donde estaba trabajando. Benicio Alonso Gómez resultó gravemente herido, junto a otras 10 personas, y moriría dos días después como consecuencia de las heridas sufridas. Este atentado provocó una gran conmoción en el País Vasco y fue origen de la primera gran manifestación contra ETA, concentrando a más de 40.000 ciudadanos en Bilbao que se manifestaron contra ETA y por la paz. ETA se limitó a calificar el atentado como un "error técnico" y un "lamentable suceso”.
Un año después la Audiencia Nacional condenó al etarra Juan Carlos Echeandía Zorroaza y en 1997 fue condenado Josu Amantes Arnaiz como autor material de la colocación del maletín-bomba en el interior del banco.
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