jueves, 14 de abril de 2011

Koro Villamudria Sánchez

El día 15 de abril de 1991 la joven Koro Villamudria Sánchez, de 17 años, fallecía en San Sebastián en un atentado perpetrado por ETA que estaba dirigido contra su padre, el agente del Cuerpo Nacional de Policía Jesús Villamudria. Eran poco antes de las ocho de la mañana cuando el policía Jesús Villamudria y sus cuatro hijos se disponían a realizar en su automóvil, un Renault 25, el recorrido que efectuaban todos los días para trasladarse hasta los colegios donde recibían clase los niños. Tres de ellos, de 12, 15 y 17 años, se encontraban en el interior del vehículo mientras que el padre y Koro estaban próximos a la parte delantera del vehículo, lugar en el que estaba el explosivo. El artefacto, compuesto de tres kilos de amoral, estalló cuando el policía cerró el maletero, de donde había extraído un periódico sobre el que iba a arrodillarse para inspeccionar si el coche tenía algún artefacto, como hacía siempre. Tras la explosión se sucedieron las escenas de horror; la madre vio todo desde el balcón de la casa desde donde estaba despidiendo a su familia. Los cuerpos de los cuatro hermanos y su padre quedaron sobre el asfalto y entre el amasijo de hierros del coche.
Éste era el segundo atentado terrorista que sufría la familia Villamudria, el primero había sucedido hacía poco más de dos meses; ETA colocó una bomba con 10 kilogramos de amosal que les obligó a trasladarse a otras viviendas.
ETA asumió días después el asesinato de Koro afirmando que “el policía debe considerarse responsable de la muerte de su hija porque se sirvió de su familia como de un escudo”, además, remataron el comunicado añadiendo que “Koro Villamudria quería ser policía”.
Descanse en paz. +

2 comentarios:

  1. Me alegro mucho de encontrar esta página aquí y poder recordar a Koro 20 años después de este acontecimiento horroroso. Este atentado tuvo un impacto muy grande para mi como joven estudiante norteamericano, estudiando Euskara. En el momento del atentado, estaba en mi último mes de estancia en el País Vasco, habiendo aprendido mucho sobre la historia y la lengua del pueblo vasco. Cuando estalló la cochebomba, yo estaba a 10 metros de la familia Villamudría, rumbo a la estación de autobuses en la Plaza de Pio XII para ir a pasar la semana estudiando Euskera el el Barnetegi de Lazkao. Torcí mi tobillo corriendo en la confusión después de la explosión y encontré pedacitos de vidrio en mi cabello hasta al día siguiente. Pasé horas temblando y llorando. Hasta ese momento, la violencia en el país vasco era un asunto teorético - algo que había leído en los periódicos y nada más. En un solo momento terrible, conocí el terror y miedo que los demás vascos habían sentido por todas sus vidas. A la vez, me hizo sentir una conexión mucha mas fuerte con el pueblo vasco. Igual que Koro, que a pesar de no haber nacido en Euskal Herria, insistía en escribir su nombre con K en vez de C. Nunca le olvidaré.

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  2. Muchas gracias por aportar tu visión y vivencia personal Christo.

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