Rufino Muñoz Alcalde y Francisco Javier Aranzeta Eguizabal

Hacia las 13:45 de la tarde del día 28 de abril de 1980 un comando de ETA m integrado por tres personas asesinaba al guardia civil Rufino Muñoz Alcalde en el interior de un autobús de línea. Un policía nacional que viajaba junto a su esposa, se abalanzó sobre uno de los terroristas, Francisco Javier Aranzeta Eguizabal, quien resultó muerto, mientras el policía nacional resultó herido por disparos de los otros miembros del comando. Rufino Muñoz había tomado en San Sebastián el autobús para dirigirse a su domicilio en Hondarribia, como hacía habitualmente, en la carretera de Gaintxurizketa subieron al autobús tres hombres. Poco después de reanudarse la marcha, los recién llegados sacaron tres pistolas, con las que dispararon a bocajarro sobre el guardia civil, que se encontraba hablando con el conductor. Rufino Muñoz se desplomó, resultando muerto en el acto. Los tres miembros del comando ordenaron entonces al conductor que parase el autobús, y comenzaron a descender apresuradamente. Cuando lo estaba haciendo el último de ellos un policía nacional que viajaba de paisano, se abalanzó sobre el supuesto etarra desde los asientos traseros del autobús, forcejeando con él para tratar de detenerle. En el forcejeo del policía nacional, que iba desarmado, con Francisco Javier Aranzeta la pistola del militante se disparó, destrozándole el corazón; durante el forcejeo, los otros dos miembros del comando dispararon contra el policía nacional, que recibió cuatro balazos. Los dos compañeros de Francisco Javier Aranzeta trataron inicialmente de recoger su cuerpo para llevárselo consigo, pero desistieron por su peso y optaron por huir y abandonarle. El conductor del autobús, una vez restablecida relativamente la calma entre los escasos viajeros, se dirigió al puesto de la Cruz Roja de Errenteria, donde atendieron al policía nacional herido, que fue internado más tarde en la residencia sanitaria de la Seguridad Social Nuestra Señora de Aranzazu, en San Sebastián. RIP. ++