El miércoles 7 de noviembre de 2001 dos terroristas de ETA asesinaron al magistrado de la Audiencia Provincial de Bizkaia, José María Lidón Corbi, cuando éste se disponía a salir, acompañado por su mujer, del garaje de su domicilio, en Getxo. Faltaban pocos minutos para las 7:30 de la mañana del miércoles cuando José María y su mujer Marisa, como hacían todos los días, salieron de su domicilio en el barrio de Algorta en Getxo y descendieron en ascensor hasta el garaje de la urbanización; cuando se encontraban a punto de salir del estacionamiento en su vehículo, un Nissan Primera, dos terroristas que habían entrado en el interior del aparcamiento, se situaron frente al vehículo junto a la puerta izquierda y le dispararon cinco disparos al juez, que recibió tres impactos, uno de ellos en la nuca. Los autores huyeron corriendo por la plaza que da entrada al domicilio de la víctima, en la calle Alangobarri, en dirección a la avenida Algortako Etorbidea. La Ertzaintza encontró los otros dos proyectiles en el vehículo. Su hijo menor, Iñigo, que aguardaba fuera del aparcamiento, acudió rápidamente al escuchar los disparos y se encontró a su padre agonizando y su madre sumida en un shock nervioso. Muchas de las sentencias de José María Lidón tuvieron relevancia pública, en especial una por la que se condenó a Daniel Ortiz a 11 años de cárcel por lanzar dos cócteles molotov contra la Ertzaintza, sentencia que fue duramente criticada por la izquierda abertzale. También participó en varios juicios que terminaron con condenas a guardias civiles por torturas. Descanse en paz. +
Los autores materiales del asesinato, Hodei Galárraga Irastorza y Egoitz Gurrutxaga Galarza, no pudieron ser juzgados al fallecer ambos en septiembre de 2002 cuando les explotó la bomba que transportaban por las calles de Bilbao. Orkatz Gallastegi Sodupe, que facilitó a ETA la información necesaria para asesinar al magistrado, fue condenado a 26 años de prisión.
Los autores materiales del asesinato, Hodei Galárraga Irastorza y Egoitz Gurrutxaga Galarza, no pudieron ser juzgados al fallecer ambos en septiembre de 2002 cuando les explotó la bomba que transportaban por las calles de Bilbao. Orkatz Gallastegi Sodupe, que facilitó a ETA la información necesaria para asesinar al magistrado, fue condenado a 26 años de prisión.
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